
Los Reyes Magos me han traído un juguetito para que experimente, una tableta gráfica con la que dar color a los dibujos. Me gusta bastante el resultado pero me da la sensación de que estoy haciendo "trampa". Sin embargo, ya se utiliza abiertamente y será el futuro para muchos ilustradores, por el ahorro que supone de tiempo y material. No obstante, el resultado nunca será igual a las técnicas manuales. La magia de la pincelada es muy difícil de imitar.
Más bocetos para el cuento "Tengo un secreto".